jueves, 16 de agosto de 2007

CIUDAD BLANCA

En Mérida –Yucatán, supe hace cinco años que trova y bolero era lo mismo.A los tríos que se ubican en las plazas o en cada bar de alguna esquina en pleno centro de la ciudad se les reconoce como “troveros” y son los que interpretan boleros, bambucos, y canciones mayas tradicionales.

No en vano llaman a Mérida LA TIERRA DE LOS TROVADORES y han nacido y permanecido allí, grandes compositores de bolero como Guty Cárdenas, Armando Manzanero, Luis Demetrio y Enrique “Coqui Navarro” entre otros.

No en vano además me quedé atrapada en esa ciudad durante un mes en casa de mi gran amiga también trovadora y bolerista Maricarmen Pérez Domínguez.

Con ella aprendí mucho más de bolero y canción, y de la mágica conjunción de la historia de un pueblo con su música tradicional, de lo imprescindible que es la guitarra y la memoria para trascender en una cultura.

Ella me enseñó que la trova es una composición poética, escrita para ser cantada por los trovadores y que narra historias cotidianas que le sucede a la gente común… como el bolero, sólo que el bolero está circunscrito a un ritmo específico.

Mérida, la ciudad blanca de Yucatán , cargada de iglesias, flamboyanes, mestizaje y artesanía se me vino a la memoria así como si nada, ni siquiera estaba escuchando música ni revisando fotografías de aquel viaje , simplemente la evoqué y recordé lo bien que me trataron y todo el canto que le sacaron a mi alma.

A mis amigos el poeta Luis Pérez Sabido y a mi hermana Maricarmen les aviso desde ya que el próximo encuentro del bolero y la trova en Mérida contará con una chilena entre sus cómplices.


POR SUPUESTO…
EL VINO CORRE POR MI CUENTA.

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