jueves, 12 de julio de 2007

EL BOLERO COMO EXCUSA

Entre el 2 y el 7 de julio se llevó a cabo el 4to Festival Internacional del Bolero de Venezuela. En esta ocasión y bajo el auspicio de IAEM (Instituto de las Artes Escénicas y Musicales) adscrito al Ministerio del Poder Popular de la Cultura del Gobierno Bolivariano, toda la actividad se trasladó al Estado de Monagas, y se cubrieron 12 de los 15 municipios de ese sector petrolero de Venezuela.



Eramos 12 cantantes, seis internacionales y seis locales y la experiencia de ir con nuestro canto a estos municipios algo alejados de los grandes espectáculos fue la experiencia más enriquecedora de mis últimos festivales.
El bolero se tornó una causa de compromiso con el pueblo, más que una bella canción evocadora, una herramienta de encuentro real con el público que asistió y se emocionó con nosotros, que cantó y aplaudió así como nosotros los aplaudimos a ellos al final de cada concierto. El bolero fue la excusa además para reencontrarnos entre nosotros mismos, los exponentes de este género centenario que nos dedicamos a cultivarlo y que venimos de festival en festival desde hace 15 años.
Fue una semana muy intensa, de ensayos y traslados de un punto a otro, de recorrer largos tramos en mini buses para llegar a tiempo a las funciones, en fin una semana de gira musical con todas sus letras… ajetreo, imponderables, ron, risa y cansancio.
Cada uno de nosotros entregó su corazón, su alma y su garganta en Caicara, Santa Bárbara, Punta de Mata, y Quiriquire por nombrar algunos de los municipios.
Cada uno de nosotros como Maricarmen Pérez de Yucatán o Trina Peña de Venezuela hicimos de nuestra voz un puente de comunicación emotiva e histórica con el pueblo.
Marcelo Santos el tanguero abolerado de Córdoba con guitarra en mano hizo suspirar a más de una, Jacqueline Capó deslumbró con su timbre borincano, Nancy Machado alborotó a la muchachada con su boleros y sus cuentos entreverados, Huguette Contramaestre impresionó con su maestría de años en los escenarios, Gerardo Velásquez con su juventud y frescura, María Elvira Escandón de Colombia sacó lo mejor de su autoría y nos cautivó con sus propios temas… y así el bolero una vez más se transformó en el cronista histórico del amor, en cultura sedimentada que se resiste a morir , en el protagonista indiscutido de una semana de festival.
Agradezco infinitamente a todos los colaboradores logísticos como Víctor Castillo, Luis Penso, Juan Carlos Rondón, Luis Marin, por hacernos sentir bien e importantes, a Nebezca por su risa contagiosa y excelente disposición y a la maestra directora de la orquesta Adela Altuve por su entrega y profesionalismo.
Agradezco también a IAEM por haberme invitado por tercera vez consecutiva a este importante festival y sobre todo agradezco a Trina Corina Peña asesora artística y cantante venezolana (desde ahora mi hermana) por su “arrecha” militancia en el arte y la cultura Latinoamericana.


DATO IMPORTANTE: El Laboratorio de Arte del IAEM, realiza 15 encuentros artísticos internacionales al año cubriendo los 24 estados de Venezuela.
Estamos hablando de festivales de teatro, danza, Todos los tambores del mundo, magia, títeres, música del caribe, poesía, filosofía, monólogos y otras expresiones artísticas que hoy se hacen indispensables como oferta cultural para un público diverso que lo reclama porque realmente lo necesita… hoy más que nunca cuando Venezuela vive un proceso social revolucionario y original.